lunes, 19 de mayo de 2008

La moral Laica

Quisiera comenzar este posteo compartiendo con ustedes, a modo de introducción, algunas citas:

"Empieza a ser irritante el tono de superioridad moral con que muchos de los fieles de cualquier confesión o credo y las jerarquías religiosas que los propagan han dado en mirar a quienes adoptan ante la convivencia civil y la enseñanza una postura agnóstica y laica. Ahora insisten en ello las autoridades católicas, con Joseph Ratzinger a la cabeza y los obispos españoles haciendo de coro repetitivo de sus manidas orientaciones morales. Igual que los de cualquier otra antigualla religiosa, vuelven los católicos a la cantinela de que la familiaridad con la ética y las exigencias de la moral son una prerrogativa de los creyentes de la que probablemente carecen aquellos que no comulgan con fe religiosa alguna."

"Con esta nueva monserga integrista se nos quieren escamotear de nuevo más de dos siglos de pensamiento. Por poner un nombre: en 1793 empezaba Kant su prólogo a la primera edición de La religión dentro de los límites de la mera razón con una afirmación que, digan lo que digan, es ya incontrovertible: "La moral no necesita de la idea de otro ser por encima del hombre para conocer el deber propio ni de otro motivo impulsor que la ley misma para observarlo". Para decirlo claro: la moral no necesita de la religión; se basta a sí misma, sin esa clase de andaderas, porque tiene un sustento suficiente en la racionalidad humana. Este elemental punto de partida sirve para definir lo que puede ser la moral de un laico frente a esa otra moral necesariamente débil y vicaria que es la moral del creyente."

Estos extractos son de un artículo titulado "Moral de laico", publicado por Francisco J. Laporta, quien es catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, y que es posible leer completamente en el siguiente enlace: http://www.ilec.cl/occidente4.html

Uno de los argumentos que esgrimen las religiones para justificarse a sí mismas es el monopolio absoluto de la moral, denostando y criticando a quienes se mantienen al margen de estas con el mote de inmoral, relativista, entre otros. Es necesario destacar y dejar muy en claro que la moral no es una propiedad exclusiva de las religiones. Existe moral sin dios, sin religiones. Es una moral basada en la razón, en el libre albedrío, es la moral laica.

Para ilustrar mediante un ejemplo un tanto burdo, es posible hacer la siguiente reflexión: ¿el deber de no matar a otro, de no producirle menoscabos físicos o sicológicos, de no robar, requieren de la existencia de un dios o de una religión para ser tales? Estimo que no. Basta la razón humana para llegar al mismo resultado.

La idea de moral es muy anterior a las actuales religiones. Deriva de las mores maiorum, las costumbres de los antiguos, las cuales al apreciarce como valiosas y deseables son imitadas y seguidas por las demás personas.

Es deber de quienes tenemos arraigadas convicciones laicas poner el concepto de moral laica en el tapete de la discusión, y quitarle de una vez por todas el olor a azufre con que las autoridades religiosas la han revestido, para así demostrarle a la gente que puede liberarse del yugo de la iglesia, y no por eso ser una mala persona, como le han enseñado toda su vida.


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